This is from a Mexican Paper called International (
https://elpais.com/internacional/2018/11/17/mexico/1542412389_526379.html) For a better t***slation, copy the article into Google T***slate (
https://t***slate.google.com)
Loose t***slation (by me) and then the article:
The Mayor of Tijuana basically calls them "a bunch of vagrants and marijuana." Going on he says the Mexican government has failed to protect Tijuana adding "The tranquility and security of Tijuana is being affected." Gastélum, the mayor, has also promised a hard-line policy. "Any member of the migrant caravan that does not respect the law or the tranquility of the Tijuana residents will be presented to the National Migration Institute so that they can be returned to their country of origin."
The caravan orchestrator then complains that the bus rides, because many Mexican States will not allow the caravan to stop, are being deprived of rest on the long bus trips provided to t***sport nearly 2,000 to Tijuana. The uncertainty about the future of the caravan and how the migration pressure on the border will be eased has polarized the Tijuana residents: some support the exodus and others organize to stop it. "They come demanding a lot and giving little, Donald Trump will not let them pass and what are we going to do with this caravan and the next and the next?" Asks Ángel Mendoza, a resident of the city.
It then goes into the clash that happened Wednesday between the residents of Tijuana and the interlopers. Going on it says This weekend, demonstrations have been called for and against the caravan in Tijuana, where it is expected that in the coming days up to 6,000 migrants will arrive in t***sit through the Mexican Pacific.
END T***SLATION.
Now food for thought.... other newspapers from Mexico say the travelers are leaving tons of garbage on streets. In this garbage is clothing provided by people donating to the travelers. Dirty diapers and woman's products are left on the streets along with discarded donated food. Now tell me.... these peaceful nice people, if you believe the liberals of OPP, are disrespectful and causing h**e and discontent in a nation that rolled out a welcome mat.... what do you think they will be like once they enter into the US? Will they suddenly change?
End of my diatribe.
No me atrevo a calificarlos como migrantes (…) Son una bola de vagos y mariguanos”. Así ha reaccionado el alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastélum, a la llegada de la caravana de migrantes centroamericanos a la frontera entre México y Estados Unidos. Gastélum ha reclamado que el Gobierno mexicano “no ha hecho su trabajo” y ha exigido recursos para hacer frente a la última crisis migratoria en la región. “La tranquilidad y la seguridad de Tijuana está siendo afectada”, ha dicho el alcalde en una entrevista al canal mexicano de noticias Milenio.
El político del conservador Partido Acción Nacional ha anunciado que convocará una consulta para que la ciudadanía decida si quiere permitir o frenar el arribo de más migrantes de las caravanas en tránsito por territorio mexicano, aunque no ha ofrecido detalles del referendo. Gastélum ha prometido también una política de mano dura. “Cualquier miembro de la caravana migrante que no respete la ley o la tranquilidad de los tijuanenses será presentado al Instituto Nacional de Migración para que sea regresado a su país de origen”, ha escrito este viernes en su cuenta de Twitter.
Los migrantes de la llamada primera caravana, el grupo más adelantado en el camino hacia Estados Unidos, han llegado esta semana en autobuses que les han permitido cubrir una distancia de más de 2.000 kilómetros en pocos días. Los Gobiernos estatales de la llamada ruta del Pacífico (Jalisco, Nayarit, Sinaloa y Sonora), la que han escogido los organizadores y miembros de la caravana, han acelerado el tránsito de los migrantes y no han permitido que permanezcan en sus Estados. Pueblos sin fronteras, los coordinadores del éxodo, se han dicho preocupados por la integridad de los migrantes: sin agua, comida ni descanso al no tener acceso a albergues y en viajes de hasta 48 horas en autobús.
Esto ha creado un cuello de botella y ha hecho que la responsabilidad del éxodo centroamericano caiga sobre los hombros de la ciudad fronteriza de Tijuana, donde se calcula que ya hay 2.000 migrantes. La incertidumbre sobre el futuro de la caravana y cómo se dará desahogo a la presión migratoria en la frontera ha polarizado a los tijuanenses: unos apoyan el éxodo y otros se organizan para frenarlo. "Vienen exigiendo mucho y dando poco, Donald Trump no los va a dejar pasar y ¿qué vamos a hacer con esta caravana y con la siguiente y la siguiente?", cuestiona Ángel Mendoza, un habitante de la ciudad.
Las tensiones escalaron el miércoles pasado cuando hubo un choque entre vecinos de Playas de Tijuana y centroamericanos que se habían instalado en esa zona de la ciudad. “¡Que se vayan, que se vayan!”, gritaban los vecinos y momentos después otro pateó a uno de los migrantes, que antes se habían encaramado en el grupo fronterizo y habían retado a los agentes de la patrulla fronteriza estadounidense. “Los derechos humanos son para los humanos derechos”, ha dicho Gastélum al justificar la posición de ese grupo de ciudadanos, criticada como xenófoba y r****ta. Este fin de semana se han convocado manifestaciones a favor y en contra de la caravana en Tijuana, a donde se espera que en los próximos días lleguen hasta 6.000 migrantes que están en tránsito por el Pacífico mexicano.